martes, 23 de noviembre de 2010

Cuando la realidad no es suficiente

Realidad aumentada versus Realidad disminuida

Sirviéndonos de las nuevas tecnologías podemos llegar a alterar nuestra percepción de la realidad, creando una visión mixta en la que se combina el entorno físico con elementos virtuales en tiempo real, que modifica nuestra experiencia con el entorno.

Primero fueron los simuladores de realidad virtual hasta que en 1992 Tom Caudell acuñó el termino Realidad Aumentada, pero tuvimos que esperar hasta la década actual para que esta tecnología se hiciera popular a través de los vídeojuegos, la publicidad, la enseñanza o, en general, Internet.

Uno de los ejemplo más conocidos y que popularizó rapidamente las posibilidades que ofrecía la realidad aumentada fue la revista Esquire, empleando los códigos BIDI o QR y nuestra webcam.


La realidad aumentada abre muchas puertas y ya podemos encontrar dispositivos electrónicos que introducen información virtual en el espacio visual del usuario sin suprimir la imagen real del entorno, como cascos o gafas con GPS. Algunos ejemplos de lo que ya ha llegado y lo que está por venir:



Ante la saturación que puede llegar a provocarnos tanta "información complementaria" nos llegaba hace unas semanas la Realidad Disminuida. Se trata de una interesante aplicación con la que poder "borrar" en tiempo real aquello que no queremos ver.

Mas allá de las aplicaciones prácticas que tanto la realidad aumentada como la realidad disminuida tengan y puedan tener, me fascina pensar en las posibilidades que ofrecen a la expresión artística.


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