Hace más de diez mil años cambiamos nuestra estrategia de supervivencia. Nos hicimos sedentarios y dimos comienzo a un proceso en el que irían germinando las primeras ciudades del mundo, con un carácter propio que les confería el territorio en el que se ubicaban.
Lejos quedan ya las antiguas Uruk y Çatal Höyük. Las ciudades se han reinventado, se desarrollan como espacios urbanos abiertos, en continua transformación e interrelacionados con su entorno. Pero también presentan huecos, malformaciones, territorios de choque entre la herencia y lo nuevo, zonas incompletas o inaccesibles, grietas, espacios "sin hacer", descampados y escombreras...
Estos intersticios nos traen incertidumbre y descontrol, pero a la vez representan un gran potencial de cambio. Es aquí donde se nos brinda una oportunidad para recomponer los fragmentos y solucionar los problemas del desarrollo urbano.
Bienvenidos a la ciudad intersticial.
Estos intersticios nos traen incertidumbre y descontrol, pero a la vez representan un gran potencial de cambio. Es aquí donde se nos brinda una oportunidad para recomponer los fragmentos y solucionar los problemas del desarrollo urbano.
Bienvenidos a la ciudad intersticial.